miércoles, 26 de agosto de 2009

UNA MEMORIA USB PARA EL CEREBRO


Hay una escena formidable al final de la película “Blade Runner” (1982), de Ridley Scott. El androide Roy Batty, antes de morir y luego de salvar la vida a su cazador Rick Deckard, le dice estas conmovedoras palabras: “He visto cosas que ustedes no creerían...He visto atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”. El film es complejo, básteme decir que se trata de una metáfora sobre un futuro donde los hombres se van deshumanizando y los androides tratan de humanizarse. De este film quiero resaltar que la muerte, además de las vivencias, se lleva los conocimientos de un hombre, y esto es trágico cuando se trata de alguien lúcido o enciclopédico. Me dirán que se queda en sus escritos. Sin embargo en una época donde nadie lee, serán aprovechados sólo por pocos. Como sabemos, los conocimientos no están desperdigados o en compartimientos estancos, sino se encuentran en un cuerpo coherente, interrelacionado y lógico, en esa maravilla que es el cerebro humano. Entonces sería valioso que la tecnología diseñara un dispositivo (tipo USB) que se implante en el cerebro y copie esa estructura de información, tal como está almacenada. De esta forma, se facilitaría su asimilación mucho más que leyendo cientos de libros. Debo aclarar que me refiero sólo a los conocimientos (no a las demás capacidades mentales), de aquellos hombres que han dedicado su vida a investigar. Así mismo, quien los reciba, debe estar en facultad de entenderlos, analizarlos y enriquecerlos, sino no funciona. Vayamos a un ejemplo real. Quien ha seguido por mucho tiempo a Marco Aurelio Denegrí en la televisión, sin duda ha aprendido mucho. Sin embargo su caudal es tan amplio, que se necesitarían horas, días o semanas de charlas para asimilar sus saberes. Un pie de página. Me pregunto ¿Por qué ninguna universidad le ha dado brillo a su cuerpo docente, integrándolo como catedrático?..
He divagado o especulado, quizá vanamente, sobre lo que aún es ciencia ficción. Sólo me queda explicar algo. Al ritmo que marcha la ingeniería genética y la informática, en algunos años se hará realidad lo que ahora propongo. El punto crítico es trasladar las conexiones sinápticas entre neuronas a una memoria flash (USB). Insisto, en nuestro ejemplo la idea es simular y multiplicar las conversaciones de este brillante intelectual con personas medianamente preparadas. Sino imagine que a Susy Días, o a cualquier otra vedette de moda, le implantaran unos diez megabytes de los conocimientos del doctor Denegrí. ¿Qué haría con éstos? Lo mismo que cualquiera de nosotros ante cientos de papiros con jeroglíficos egipcios. Pues, sencillamente, estaríamos más perdidos que Adán en el día de la madre.

martes, 18 de agosto de 2009

EL PODER COMO AFRODISIACO

Quien dijo que la inteligencia es el mejor afrodisiaco (léase atracción sexual) se quedó muy corto. En la fría realidad es el PODER lo determinante. El artista, el acaudalado, el deportista exitoso, el que ocupa un alto cargo, y también el hombre de letras famoso, despiertan atracción. Las mujeres bellas se sienten atraídas hacía ellos, siempre y cuando ejerzan algún tipo de PODER o influencia sobre la gente, ya sea porque son admirados, amados, temidos u odiados. Desde Alejandro Magno hasta Barack Obama, siempre el PODER ha sido el gran afrodisiaco. Por ello en televisión, a estos personajes los vemos acompañados de chicas muy lindas y sexis. Disfrutan de ellas, aunque no todas se enamoren de ellos, pero eso es otro tema Generalmente la chica intelectual, la de anteojos, la que no hace deporte y más bien es frágil y vulnerable, no ejerce atracción sobre los briosos y vitales hombres de éxito, aunque en la práctica son las más fieles y entregadas amantes. La razón es simple. La chica voluptuosa asume que con su rostro o con sus caderas basta para obtener un buen partido. No se preocupa de cultivar otras exquisiteces. En cambio la “nerd” y también el “nerd”, perfeccionan otras habilidades que les otorguen, no sólo atracción, sino sobre todo encanto. Ojalá existieran muchas mujeres bellas e inteligentes, pero son pocas y están casadas y una gran mayoría separadas. ¿Por qué? Pues sucede que la combinación de la belleza y la inteligencia desarrolla el sentido estético y éste a su vez, la sensibilidad, la ternura y la delicadez. Se divorcian porque terminan experimentando el vacío y la depresión, pues los hombres, producto de una cultura machista, sólo piensan que basta con el sexo, los regalos y los lujos para hacerlas felices. Las chicas bellas superficiales no experimentan esto, pues para ellas la felicidad es el confort, la elegancia y todo lo que compra el dinero. Sin embargo todo este rollo es vano, pues en las mujeres, seguiremos prefiriendo la belleza a la inteligencia, porque al final, antes que nuestras neuronas, son nuestras hormonas las que nos gobiernan y… las mujeres lo saben.

viernes, 14 de agosto de 2009

SERRAT, EL ARTE Y LAS DICTADURAS

“El 28 de marzo de 1942, moría en una prisión de Alicante (España) Miguel Hernández”. Así comienza Johan Manuel Serrat un memorable concierto en Buenos Aires luego de la dictadura militar. Relata la historia de la canción “Nanas de la Cebolla”, recordando como el poeta escribió estos versos (musicalizados por Alberto Cortez), luego de recibir, en la cárcel, una carta de su mujer. En ella le cuenta su angustia, pues tiene que amamantar a un bebé de ocho meses y en casa sólo hay pan y cebolla para comer. Serrat también refiere como en los años de la dictadura de Franco, los jóvenes españoles como él, recibían con devoción los libros que llegaban desde Buenas Aires, pues sus poetas “tenían la palabra cercenada en su país”. Defiende el libre funcionamiento de la universidad pública, que en ese momento sufría la persecución de la tiranía militar argentina, homenajeando a los maestros y estudiantes desaparecidos. Volviendo a las “Nanas de la cebolla”, La canción es bella y estos versos lo evidencian. “Una mujer morena, resuelta en luna, se derrama y lo ha ido sobre la cuna. Ríete niño, que te traigo la luna, cuando es preciso. Tu risa me hace libre, me pone alas; soledades me quita, cárcel me arranca…”. Continúa la letra con igual o mayor ternura, pintando a Serrat como un artista profundamente humanista y comprometido. Su tenaz rechazo a los totalitarismos cobra vigencia frente las actuales amenazas autoritarias de Honduras y Venezuela. Precisamente, hace unos días el periodista Cesar Hildebrandt fue censurado por criticar la toma de medios de comunicación por el gobierno de Hugo Chávez. Esto pone en evidencia la parcialización de quienes sólo ven dictaduras de derecha, negándose a denunciar a las de izquierda. Sin embargo el mensaje más importante de las “Nanas de la cebolla” es el canto a la vida en medio de la miseria. El siguiente verso es contundente al respecto: “Desperté de ser niño, nunca despiertes; triste tengo la boca, ríete siempre, siempre en la cuna, defendiendo la risa, pluma por pluma”. Miro a mi hijo Dylan Axel sonreír de alegría con sus dos dientecitos y siento que es la mejor demostración de que las cosas aún no están perdidas. Que en medio de las desigualdades e injusticias, hay motivos para no perder la esperanza. No en vano, en el infierno de una prisión, Miguel Hernández escribía cosas tan enternecedoras, utilizadas por Serrat como poderosos medios para despertar las conciencias, allí donde el autoritarismo y la corrupción se han atornillado porque nosotros lo hemos permitido.

lunes, 3 de agosto de 2009

SERRAT, SABINA Y DYLAN AXEL

Sabina admitió una vez que nunca podría componer una canción como “Mediterráneo” de Serrat. Lejos de desmerecerlo, esta confesión lo enaltece, pues revela la sencillez y admiración del madrileño, ante el arte del catalán. Por un misterioso don, Sabina intuía aquello que mi hijo Dylan Axel confirma. Cuando le canto (intento hacerlo) canciones de Serrat, el pequeño recobra la paz e inmediatamente comienza a reír de felicidad. Esta reacción connota una sutil diferencia entre la música de estos dos excelsos artistas de la madre patria. Las coplas de Sabina apuntan directamente a nuestro lado bohemio, trasnochador y nostálgico. En cambio los temas de Serrat logran tocar el paraíso perdido, aquel que nos humaniza y que Dylan Axel revive ahora. Estas trovas están ahí para recordarme que la fuerza y la ternura de la vida, se imponen a sus azares y tragedias. Sino regocijémonos con esta muestra de Mediterráneo:”Quizá porque mi niñez sigue jugando en tu playa/ y escondido tras las cañas duerme mi primer amor/ llevo tu luz y tu olor/ por donde quiera que vaya…”