viernes, 16 de enero de 2009

TANGLED UP IN BLUE (ENVUELTO EN LA TRISTEZA) Bob Dylan

Yo estaba tumbado en la cama, preguntándome si ella habría cambiado, si su pelo sería rojo todavía, sus parientes decían que nuestra vida juntos iba a ser difícil, con toda seguridad a ellos nunca les gustó la ropa hecha en casa, el talonario de cheques de papá no era lo bastante grande y yo estaba a un lado de la carretera, la lluvia cayendo sobre mis zapatos, dirigiéndome a la costa este, el Señor sabe que he tenido que pagar lo mío para seguir adelante, envuelto en tristeza. Ella estaba casada cuando la conocí, iba a divorciarse enseguida, la ayudé a salir de un follón, supongo, pero empleé demasiada energía, condujimos ese coche lo más lejos que pudimos, abandonándolo en el oeste rompimos una triste noche oscura, ambos de acuerdo en que era lo mejor, ella se volvió para mirarme, cuando ya me alejaba, la oí decir por encima del hombro “volveremos a encontrarnos algún día en la avenida”, envueltos en tristeza. Tuve un empleo en los grandes bosques del norte, trabajando como cocinero, pero aquello nunca me gustó demasiado y un día el hacha cayó, así que me largué para Nueva Orleans donde me empleé algún tiempo, en un barco de pesca, en los alrededores de Delacroix, pero entretanto yo estaba solo, el pasado pegado a mis talones, vi montones de mujeres, pero ella nunca salió de mi mente, y solo crecí, envuelto en tristeza. Ella trabajaba en un local “topless”, y yo me paré allí a tomar una cerveza, sólo miré su perfil a la luz del foco y después cuando la gente se iba, yo iba a hacer lo propio, ella estaba de pie ahí detrás de mi asiento me dijo, “no sé como te llamas” yo murmuré algo en voz muy baja, ella estudió los rasgos de mi cara, debo admitir que me sentí algo incómodo cuando se agachó para atar el cordón de mi zapato, envuelto en tristeza. Ella encendió un fuego de la estufa y me pasó una pipa“, creí que nunca ibas a decir hola”, dijo ella entonces, abrió un libro de poemas y me lo pasó escrito por un poeta italiano del siglo trece, y cada una de las palabras sonaba a verdad, y brillaba como un carbón ardiente fluyendo de cada página, como si estuvieran escritas en mi alma de mí a ti, envuelto en tristeza. Viví con ellos en la calle Montague en, un sótano bajo la escalera, de noche había música en los cafés, y revolución en el aire, luego él empezó a comerciar con esclavos, y algo en su interior murió, ella tuvo que vender todo lo que tenía, y se volvió muy fría, y cuando por fin llegó a tocar fondo, me volví taciturno, la única cosa que supe hacer fue seguir adelante, como un ave que vuela, envuelta en tristeza. De modo que ahora estoy volviendo otra vez, tengo que encontrarla de algún modo, toda la gente que solíamos tratar ahora me parece una ilusión, unos son matemáticos, otras son mujeres de carpinteros, no sé cómo empezó todo esto, no sé qué están haciendo con sus vidas, pero yo, yo todavía estoy en la carretera, dirigiéndome a otro cruce, siempre hemos sentido lo mismo, sólo que lo vemos desde un punto de vista diferente, envuelto en tristeza. Publicada en los Discos: Blood on the Tracks (1975) / Real Live (1984) / Biograph (1985) / The Bootleg Series Volumes 1-3 (1991) / Bob Dylan's Greatest Hits, Vol. 3 (1994) / Live 1975 (2002)

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