lunes, 6 de junio de 2011

¡VUELVE. MIL VECES VUELVE!


Volveré los ojos cuando tus labios no pronuncien mi nombre.
Te llamaré en silencio, entonces, 
las lágrimas ignotas, se desbordarán en mi alma peregrina, 
y te amaré setenta veces siete.
Recorreré nuevamente las calles cómplices en recuerdos. 
Las hojas llevadas por el viento,
tomarán la forma de mis quimeras,
pero ya no reverberan.
Mujer de mis sacras tempestades.
Me amaste sólo cinco veces en la lozanía de un lecho cubierto de ternura.
Pude dibujar con mis labios cada pliegue de tu piel
y eso bastó para embriagarme el alma eternamente. 
Sí, como dicen, el amor nunca muere, 
por qué en mi corazón hay un vacío que tiene tu sonrisa.
Declaro una y mil veces. ¡REGRESA AL PARAÍSO DE MIS ANSIAS!
¿Cómo celebrar el conjuro de la posesión de tu destino?
El tiempo es inexorable y sin el poder del hechicero,
ya es imposible escribir las palabras que vuelen hacia ti,
a humedecer tu piel de diosa por mi creada....
Es terrible despedirme de tus besos para siempre. 
Es lacerante pensar que soy parte del olvido.
Es patético escribir sin conmover uno sólo de los pétalos de tu alma...



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