sábado, 23 de julio de 2011

VIENTRE DE MUJER

El cansancio trata de doblegarme. Los párpados pesan ya, y no obstante, trato de escribir algo para ti que suene como una caricia en tu alma de niña. Diría por ejemplo, que los años se han quedado celestialmente prisioneros de tu recuerdo. Cada día la imagen de tu sonrisa se torna más dulce y ausente. Imagino que viajo hacia ti, fabricando fantasías mientras el ómnibus devora kilómetros de asfalto para llevarme a tu cielo. Me concentro en tu vientre albo y suave como una láctea alfombra hecha para mi solaz. Amo el sol que brilla en el centro de esa maravilla esculpida por los dioses, con ese travieso tatuaje que perturba mis ojos con su sensualidad. Los hombres andamos obsesionados por lo genital y no nos percatamos de los otros encantos femeninos. No se trata de fetichismo (que no tiene nada de patológico), me refiero a descubrir o re-descubrir la anatomía femenina como un tesoro que nos recompensará prodigándonos con su pasión y su ternura.

Mujer de vientre perfecto. Amor de mis imposibles proyectos. De mis juveniles sueños, de estos anhelos hilvanados en horas y horas de páginas donde las más bellas heroínas terminan pareciéndose inexorablemente a ti. Princesa que le das vida a los ornamentos de las más lujosas boutiques. Déjame contemplarte absorto hasta dormirme y buscarte en el mundo onírico de los imposibles. Deja que piense en tus labios, ahora que la maternal noche me busca para acoger mi soledad...

No hay comentarios: