domingo, 11 de septiembre de 2011

VEN, SOL DE PRIMAVERA

El sol es la fuente de vida por excelencia. La frase es más que un clisset. Es la disposición gratuita y grandiosa de tanta energía que Dios o la naturaleza nos ofrenda. Sólo es comparable con el afecto de los ángeles que han guiado nuestra vida. Por eso cuando el desamor se instala junto al frío el alma se debilita y finalmente enferma. Pero cuando falta el sol, también el cuerpo se siente mal. Algunos inviernos suelen encontrarnos sin la ternura de una mirada de mujer y hacen presa fácil de nosotros. El frío, la humedad y el ambiente gris de esos tiempos (como ahora) se cuela por nuestros poros contaminando nuestros pulmones que se defienden a punta de fiebre y de tos. Eso es tremendamente aburrido e insoportable cuando no se marcha en varios días.
Por eso hoy la resaca política y la resaca post resfrío están haciendo estragos en mi. Cuando parece que el alivio inunda mi mente y mi organismo, un nuevo decaimiento me devuelve a un estado donde la paciencia y el optimismo ya perdieron mucho terreno. Ahora entiendo a cabalidad que no hay nada más grandioso que gozar de salud. Todo lo demás es pasajero y manejable. En cambio las dolencia son persistente y van gastando poco a poco, pues nadie es capaz de llevar una vida tan marchita.
Como las aves o como las plantas, TE NECESITO SOL AHORA QUE EL INVIERNO SE TORNA CRUEL...

No hay comentarios: