viernes, 12 de septiembre de 2008

DESHUMANIZACIÓN

La maldad del mundo ha terminado por deshumanizarnos. Tenemos desconfianza de los demás y estamos a la defensiva. Otras veces sólo damos importancia a la apariencia física, perdiéndonos lo más valioso de un ser humano: su alma. Somos complejos y por ello frecuentemente no nos entienden y hasta nosotros mismos no nos entendemos, pues de pronto nos invade el vacío cuando creíamos estar felices. A veces nuestros entornos nos llenan de prejuicios acerca de los otros. Fácilmente llamamos “loco” o “anticuado” a aquel que es diferente al común de la gente. Debemos buscar aquella virtud que el amigo (conocido o desconocido) cultiva y que nos enriquecerá espiritualmente. Una vida interiormente vacía, irremediablemente nos llevará a la amargura y al sin sentido que oscurece nuestros días. Sólo podemos ser felices limpiando nuestro corazón de miserias afectivas Aprendamos a dar sin esperar. Que la alegría brote de nuestro interior y no de lo que los demás nos den. Apostemos por los grandes ideales y sobre todo hagamos del amor cristiano la actitud con la que acogemos al incomprendido y al que sufre. Mañana podemos ser nosotros los que necesitemos consuelo y ternura. AMEMOS EL AMOR Y BUSQUEMOS LA AMISTAD DE AQUELLOS DE QUIENES PODAMOS APRENDER ALGO BUENO. NO NOS RESIGNEMOS A VIVIR EN LA PRISA Y EN LA RUTINA, PUES LA FELICIDAD Y LA VIDA, SON AL FIN Y AL CABO, LA SUMA DE LOS MOMENTOS GRATOS.

No hay comentarios: